El Latigazo Cervical y la Debilidad Muscular
El latigazo cervical, como se comentó anteriormente, ocurre más rápido que la velocidad a la que voluntariamente podemos contraer nuestros músculos en un intento por protegernos contra lesiones. Por lo tanto, es casi imposible, prepararse adecuadamente ante un choque inminente. Cuando los músculos, ligamentos, y capsulas articulares se lastiman, hay dolor, y, en consecuencia, se producen espasmos musculares de reflejo mientras el cuerpo intenta “entablillar” el área para protegerla. Esto a veces establece un ciclo vicioso que puede hacer que el dolor dure más, el dolor sea más intenso y/o duela más a menudo. Debido al dolor, así como lesiones directas en los músculos que a veces ocurren en el síndrome del latigazo cervical (SLC), la tendencia natural es dejar de hacer varias actividades y protegerse de movimientos tanto por dolor como por el miedo de que puedas empeorar la lesión. En ambos casos, el resultado es el mismo: atrofia muscular o encogimiento y debilidad del musculo debido al no uso del mismo.
Hay otras razones por la que los músculos se debilitan. Cuando ocurre una lesión, una hernia o “ruptura” de disco puede lesionar los nervios de la columna. El disco es como una dona de jalea donde el centro es una sustancia medio liquida rodeada por un grueso anillo de fibrocartílago y actúa como un “amortiguador de impactos” pues se encuentra entre 2 cuerpos vertebrales.
Piensa en los nervios de la columna como cables eléctricos que conectan una caja de fusibles a una casa. La caja de fusibles es la médula espinal y cada cable representa los nervios de la columna dirigiéndose a diferentes partes de la casa (el cuerpo). En la columna cervical o cuello, cada cable va a diferentes partes como la cabeza, el hombro, el brazo y la mano e inerva áreas específicas. Los pacientes que tienen algún nervio interferido a causa de una lesión por latigazo describen sus síntomas como entumecimiento, hormigueo, dolor y/o debilidad muscular en un área o región especifica.
Hay 8 pares de nervios en el cuello que viajan a diferentes partes de la cabeza (C1-3), los hombros (C4,5), y el brazo (C6-T2). Supongamos que un paciente tiene entumecimiento y hormigueo a lo largo del brazo hasta el 4to y 5to dedo y el lado meñique de la mano. Eso nos dice inmediatamente, como quiroprácticos, que el nervio C8 está lesionado (interferido) porque ese es el patrón del dolor del nervio C8. Ciertos músculos son controlados por C8 que podemos probar en nuestra oficina si están débil (anormal) o fuerte (normal).
Medimos la debilidad en una escala de 0-5 (5=normal). El tratamiento quiropráctico se enfoca en “soltar” el nervio interferido, lo cual resulta en el regreso de la función normal del nervio o no entumecimiento/hormigueo y un fuerte músculo C8 (fuerza de la flexión de los dedos). Para lograr lo anterior, puede que necesitemos una combinación de tratamientos como ajuste de la columna, movilización, tracción, ejercicios, y/o modalidades (estimulación eléctrica, terapia ligera, ultrasonido u otras).