“Latigazo Cervical” es un término no médico que engloba diferentes lesiones. Estas lesiones típicamente afectan al cuello y son causadas por un movimiento súbito asociado con una extensión o flexión forzada. El término medico “aceleración deceleración cervical” (ADC) es considerado una descripción más precisa de lo que ocurre durante un accidente automovilístico, y el término “síndrome de latigazo cervical” (SLC) describe los síntomas y señales residuales de la lesión.
El ADC o SLC es más comúnmente asociado con colisiones automovilísticas, cuando el impacto ocurre en la parte posterior. Otras causas menos comunes incluyen: bailar (especialmente en cabeceos/“headbanging”), caídas de escaleras, lesiones de bicicleta, lesiones relacionadas con caballos (cabalgar), y muchas otras. En Reino Unido en 2007, 430,000 personas utilizaron su seguro por lesiones de SLC, alcanzando el 14% de prima de cada conductor. En los Estados Unidos, más de 1 millón de lesiones de SLC ocurren cada año solamente por accidentes vehiculares, con un estimado de 3.8 casos por cada 1000 habitantes cada año. Aproximadamente el 6.2% de la población tiene “síntomas de latigazo prolongados” o problemas de largo plazo asociados con el SLC.
Antes de la invención del automóvil, el SLC era llamado “columna de pasajeros de tren” (pues era resultado de una colisión o choque en tren), el primer caso se documentó en 1919. Los pilotos también sufrían SLC frecuentemente por la rápida deceleración a la que estaban sujetos al aterrizar y frenar súbitamente. Cuando se piensa en “el latigazo cervical”, nos imaginamos un choque a gran velocidad; sin embargo, el SLC puede ocurrir a velocidades menores a 5 mph ya que hay menos absorción de energía durante el choque pues los metales no alcanzan a deformarse. Puesto que hay menor daño al vehículo a velocidades bajas, toda la energía se transfiere a los pasajeros dentro del auto.
El cuello está compuesto de 7 vertebras, 6 discos, 8 pares de nervios, músculos, ligamentos y otros “tejidos blandos”. Hay 4 etapas de lesión (inicial, retracción, extensión y rebote) y todas ocurren dentro de 300ms, mientras que nos toma 800ms contraer voluntariamente los músculos. Por lo anterior, no podemos realmente “prepararnos” para el impacto. La mayoría de las lesiones ocurren en C5 y C6 en la parte baja del cuello entre los 150-300ms del ciclo. Algunos factores que fluyen en la lesión son: El ángulo del respaldo, qué tanto rebote tiene el asiento, la posición del reposacabezas, la dirección de la cabeza al momento del impacto (peor si está hacia algún lado), el género de los pasajeros (las mujeres tienen mayor riesgo por tener un cuello más delgado), el tamaño de cada vehículo involucrado, y más. Todos estos factores hacen que reconstruir el choque de forma precisa sea extremadamente desafiante.
Los síntomas más comunes asociados con el SLC incluyen dolor de cuello, espalda alta y cabeza, dolor especifico en la espalda media o debajo de un brazo o algunas veces las piernas. El comienzo de los síntomas puede ser inmediatamente o dentro de un par de días. Los factores de riesgo que empeoran el pronóstico de la lesión incluyen: la presencia de dolor irradiado del cuello al brazo y la mano que sigue ese nervio especifico, la falta de respuesta al tratamiento inicial, retrasar el tratamiento, y usar un collarín (especialmente si no te permiten moverte y hacer ejercicio). Para que un tratamiento de SLC sea exitoso, la clave es comenzar inmediatamente, no te límites con un collarín a menos que tengas una fractura, ¡y realiza tus ejercicios!