Latigazo Cervical… ¿De dónde viene el dolor?
Un latigazo cervical usualmente ocurre como resultado de un choque automovilístico cuando, típicamente, hay hiper-extensión/hiper-flexión en una dirección seguido de un movimiento en la dirección opuesta como el movimiento de un “látigo”.
La dirección del impacto típicamente dicta la dirección del movimiento de la cabeza por lo que, si un choque es por detrás, la cabeza se movería al frente y posteriormente hacia atrás. En un choque lateral, el movimiento ocurre de lado a lado. Puede haber dolor en cualquier parte alrededor del cuello, espalda alta, brazos, pecho, y/o la cabeza, dependiendo de los tejidos dañados. Los tejidos blandos como los músculos, los tendones, los ligamentos que mantienen los huesos unidos, los discos amortiguadores de impacto en la parte frontal de la columna vertebral, y/o los nervios que pasan a través de los orificios de la columna y que inervan los brazos y las manos pueden verse afectados por este tipo de lesiones.
Puede haber dolor de mandíbula, dificultad para tragar, problemas de equilibrio / mareos, fatiga, al igual que conmoción cerebral o trauma craneoencefálico leve lo cual puede llevar a una baja concentración, insomnio, y pérdida de la memoria. El dolor de espalda baja y/o dolor de tronco puede ocurrir por el cinturón de seguridad y/o el despliegue de la bolsa de aire.
Las lesiones asociadas con el latigazo cervical pueden llevar a la alteración de la vida diaria, depresión y ansiedad. Puede haber síntomas inmediatos o un retraso en el comienzo, y el dolor con sus discapacidades asociadas puede durar días, semanas, meses, o hasta más tiempo, dependiendo cada caso.
El mes pasado discutimos los grados 1, 2, y 3; o leve, moderado y severo de los esguinces (lesiones al ligamento) y desgarres (lesiones al musculo). Anteriormente, habíamos hablado sobre los métodos para pronosticar los efectos duraderos de la lesión en un sistema de clasificación llamado “síndrome del latigazo cervical” o SLC I, II, III y IV. Aquí, el diferenciador es el dolor sin hallazgos objetivos en los exámenes (SLC I), la presencia de pérdida objetiva de movimiento, pero sin daño neurológico (SLC II) o la presencia de disfunción neurológica mensurable SLC (III). Los estudios han demostrado que la probabilidad de daño prolongado aumenta con cada grado de SLC.
Un mecanismo de lesión de lado a lado o de adelante hacia atrás puede resultar en daño a los ligamentos en la parte posterior de la columna, llamados ligamentos supra- e inter-espinoso, el disco y/o la raíz del nervio que sale de la columna permitiendo al brazo y la mano sentir y ser fuerte (cuando no está interferido o dañado como en un SLC III) y/o el hueso que puede comprimirse cuando la fuerza es lo suficientemente fuerte (SLC IV). Una conmoción cerebral puede ocurrir cuando el cerebro choca contra el interior del cráneo.