Cuando escuchamos el término “síndrome del latigazo”, usualmente visualizamos un choque o colisión en la parte trasera del vehículo que dispara la cabeza hacia el frente y después hacia atrás de forma violenta causando una lesión de cuello, lo que normalmente NO nos viene a la mente es “cómo evitar el síndrome del latigazo”, que es el tema de este mes. ¡Veamos!

De acuerdo con la “campaña de prevención del síndrome del latigazo”, la forma más efectiva de prevenir lesiones por latigazo en un choque, es comprar un vehículo con un respaldo de cabeza de gran calidad y ¡AJUSTARLO DE FORMA ADECUADA!; aunque las bolsas de aire y el cinturón de seguridad (y otros dispositivos y sistemas de seguridad) ayudan a protegernos en caso de un impacto frontal o lateral, un asiento correctamente diseñado y un respaldo de cabeza ajustado oportunamente será nuestra mayor protección ante lesiones por latigazo en una colisión desde atrás.

¡Así es como funciona! El problema más común con los respaldos de cabeza, es el cómo están posicionados. En la mayoría de los casos, está colocado muy abajo y muy lejos de la parte trasera de la cabeza. En un “típico” accidente donde el impacto se da desde atrás, el carro y el asiento se mueven hacia el frente mientras que la cabeza, que no cuenta con sujeciones, permanece estática, resultando en una extensión relativa de la columna cervical (cuello). Esta “hiper-extensión” se ve exagerada por un asiento semireclinado, que debido a la velocidad a la que se mueve el cuerpo, ¡actúa como rampa y ocasiona que la cabeza y el cuello se deslicen por encima del respaldo de cabeza! Además, la “elasticidad” del asiento (es decir, que se mueva fácilmente) puede aumentar aún más la fuerza con la que el cuerpo se dispara hacia el frente al momento del impacto y exagera el “rebote” de la cabeza y el cuerpo DESPUÉS de la híper-extensión del cuello, cuando el cuerpo se mueve hacia el frente en la segunda fase de las lesiones por latigazo. Un respaldo de cabeza adecuadamente ajustado (y colocando el asiento en un ángulo prudente) NO permite que la cabeza pueda sobrepasarlo, previniendo así lesiones en la primera fase ocasionada por colisiones traseras.

Para ajustar el respaldo de la cabeza adecuadamente, pídale a otra persona que lo apoye moviendo el respaldo mientras se encuentra sentado en una posición correcta. Una vez que el respaldo esté en la posición correcta, ponga un pedazo de cinta y/o marque el pasador que fue adecuado para usted para que, si alguien más utiliza el vehículo y lo modifica, ¡pueda regresarlo fácilmente a la altura adecuada para usted! Notas: 1) No incline el asiento a más de 20 grados; 2) mientras esté sentado confortablemente, pídale a la otra persona que suba o baje el respaldo de la cabeza hasta que las partes superiores del respaldo y su cabeza se alineen; 3) Mueva el respaldo de la cabeza hacia el frente hasta que esté a 5 cm (2 pulgadas) de la parte posterior de su cabeza, porque los respaldos cercanos a la cabeza son 2 veces más efectivos en la prevención de lesiones que los que se encuentran alejados.

Desafortunadamente, un estudio canadiense realizado en el 2002 encontró que solo el 14% de los respaldos para cabeza evaluados estaban debidamente ajustados. En Reino Unido, el porcentaje mejoró un poco (28%), pero eso significa que el 72% de los ocupantes de los asientos delanteros, no ajustaron sus respaldos adecuadamente ¡o tenían respaldos para cabeza que no podían ajustarse apropiadamente! Del 28% restante que sí tenía su respaldo ajustado debidamente, ¡11% tenían un respaldo fijo (no ajustable) donde la protección estaba limitada a una persona de baja estatura!