El latigazo (también conocido como esguince) cervical – o “Síndrome de latigazo cervical” (SLC) – es una lesión relativamente común usualmente relacionada con un choque automovilístico durante el cual, la cabeza se mueve agresivamente al frente y hacía atrás (hiperflexión e hiperextensión respectivamente) o hacia los lados (en caso de un choque lateral). Repasemos algunos hechos: 1) El SLC suele ser ignorado o tratado erróneamente por la falta de comprensión de esta condición; 2) El SLC suele ocurrir como consecuencia de un impacto trasero mientras el auto se encuentra estacionado, por ejemplo, en una luz roja; 3) un tratamiento temprano y ejercicio puede ayudar a obtener una recuperación más rápida y completa en comparación de descansos prolongados o inmovilización o el uso de collarín; 4) fallar en educar y tratar adecuadamente a un paciente con esguince cervical (especialmente en los primeros 3 meses) puede resultar en dolores crónicos, incluyendo problemas psicológicos como depresión, ansiedad y dificultad para adaptarse. Así que, ¿qué es el latigazo o esguince cervical?

El término “latigazo o esguince cervical” engloba el daño que sufre la columna vertebral, y en particular, los tejidos blandos, mientras que el término “síndrome del latigazo cervical” engloba TODAS las lesiones y síntomas asociados, incluyendo los problemas psicosociales, que pueden surgir por el daño a los tejidos y la baja tolerancia de los afectados a verse limitados de sus actividades. Las buenas noticias son que el SLC NO suele ser mortal, puede, sin embargo, afectar la calidad de vida de la persona lesionada y traer problemas económicos por la baja tolerancia en el trabajo y los altos gastos médicos que deben costear mientras las aseguradoras deciden quién tuvo la culpa. La carga económica para los ciudadanos en los Estados Unidos, se estima que llega a ser de hasta $30, 000 millones al año por los gastos médicos, discapacidad, incapacidad laboral, baja productividad y demandas.

Algunos datos adicionales: 5) Mientras que la mayoría de los pacientes con “SLC” se recuperan sin ningún problema crónico remanente, algunos continúan teniendo problemas años después de la lesión. 6) Un choque de baja velocidad puede causar un daño significativo ya que las fuerzas G se transfieren directamente a los pasajeros del vehículo en lugar de disiparse en la abolladura de los metales. 7) Si la cabeza se encuentra volteada al momento del impacto, la lesión puede ser más severa. 8) Un traumatismo cerebral leve puede ocurrir sin golpearse la cabeza contra algo y puede traer significativos problemas cognitivos (“como lagunas mentales”) y dolores de cabeza. 9) Las cámaras de alta velocidad han demostrado que la parte baja del cuello se extiende hacia atrás mientras que la parte superior se flexiona hacia el frente formando una S, lo cual lastima los músculos, tendones y ligamentos que mantienen unida la columna vertebral. 10) El proceso de “latigazo” COMPLETO dura aproximadamente 500 milisegundos; de forma voluntaria, las personas no somos capaces de contraer nuestros músculos en menos de 800 milisegundos, por lo que incluso si nos “preparamos” para el impacto, todo sucede muy rápido como para prevenir el movimiento de “latigazo” en la cabeza y el cuello.

Algunos de los síntomas más comunes del SLC son: dolor/rigidez del cuello y/o hombros, dolor de cabeza, mareos, fatiga, dolor de quijada, dolor/entumecimiento/hormigueo/debilidad en el brazo, problemas visuales, zumbidos en los oídos (tinnitus), heridas en pecho, y dolor en la espalda media y baja. Cuando no se trata correctamente, también puede haber: depresión, ansiedad, enojo, frustración, estrés, dependencia de medicamentos, síndrome de estrés postraumático, disturbios de sueño (insomnio), síndrome de la pierna inquieta y fibromialgia, entre otros.

Como se mencionó anteriormente, la educación del paciente, un tratamiento temprano con énfasis en movimiento (NO inmovilización), una casa adaptada/saberse adaptar (con equipo para tracción cervical), ejercicios de rango de movimiento y fuerza (cuando sea apropiado), y mantener una actitud positiva (como se mencionó el mes pasado), en conjunto, pueden ayudar a evitar problemas crónicos de discapacidad. Para guiarte en este proceso necesitas un “entrenador” – ¡un tratamiento quiropráctico adecuado es la respuesta!